- "Vos que sois el elegido entre los no muertos... En vuestro éxodo desde el Refugio de los no muertos, peregrinad a la tierra de los antiguos dioses... Cuando toquéis la campana del despertar, conoceréis el destino de los no muertos."
- — Oscar, Caballero de Astora
El No muerto elegido es el personaje del jugador y el protagonista de Dark Souls y la expansión Artorias of the Abyss.
Apariencia
En los tráilers, artworks y artes promocionales de Dark Souls el No muerto elegido es representado llevando el Conjunto de Caballero Élite así como usando la Espada recta de Astora y el Escudo con emblema como sus armas principales.
Sin embargo, en el juego, la apariencia y atributos del No muerto elegido se determinan por el jugador, incluyendo su cara; sexo; origen; a partir de clases y equipos.
En cuanto a la personalidad del No muerto elegido es retratado como un arquetipo de "personaje silencioso" que no tiene ningún tipo de diálogo hablado durante el juego (aparte de hacer algunos gruñidos o gemidos cada vez que es herido o muerto).
Lore
El título de "No muerto elegido" es una referencia a la profecía concerniente al fin de la Edad de Fuego. Afirma que en el final de la Edad de Fuego, un campeón no muerto aparecerá y emprenderá la peregrinación para hacer sonar las Campanas del Despertar en "la tierra de los antiguos dioses", Lordran.
Se presume que el No muerto elegido es un descendiente del Furtivo Pigmeo, uno de los Señores originales el cual reclamó el Alma Oscura.
Trama
Prólogo
Oscar rescatando al No muerto elegido
Después de convertirse en un no muerto el personaje del jugador fue encarcelado en el Refugio de los no muertos norte. Es rescatado por Oscar de Astora, que deja caer una llave en la celda del jugador para que pueda ser liberado. Después de escapar del Demonio del Refugio, se encuentra con un Oscar fatalmente herido, que le dice al jugador de una profecía, que indica que un no muerto deberá participar en peregrinación al hacer sonar las Campanas del Despertar.
Oscar le da al jugador un Frasco de Estus y muere en paz, confiando en el No muerto elegido para tomar su lugar. Después de derrotar al Demonio del Refugio, el No muerto elegido escapa del Refugio y vuela hacia Lordran a través de un cuervo gigante.
Campanas del Despertar
El No muerto elegido enfrentando a una de las Gárgolas campana
Al llegar a Lordran, el cuervo gigante deja caer al No muerto elegido en el Santuario de Enlace de Fuego, que actúa como base central para el jugador por el resto de la historia. Después de escuchar la ubicación de las Campanas del Despertar a través del Guerrero Alicaído, el No muerto elegido se embarca en su viaje. Varios personajes se pueden encontrar a lo largo de Lordran, como pueden ser Solaire de Astora, un guerrero carismático en la búsqueda de "su propio sol"; el traidor Lautrec de Carim; o Siegmeyer de Catarina, un caballero distraído que con frecuencia se encuentra en peligro.
En una azotea en la Parroquia de los no muertos, el jugador mata a las Gárgolas campana y se las arregla para hacer sonar una de las campanas. Más tarde, el jugador hace su camino profundamente a través de los pantanos envenenados de la Ciudad Infestada. Allí, el jugador derrota a Quelaag la Bruja del caos y hace sonar la otra campana. Después de hacer sonar las dos campanas, se abre la puerta hacia la Fortaleza de Sen.
Vasija del Señor
Encuentro con Gwynevere
Después de pasar los obstáculos para que suenen las dos campanas, Frampt el Buscarreyes, una serpiente primordial, aparece y le encomienda al personaje con otra misión antes de que sea considerado digno de ser el elegido. El jugador tiene que ir a la ciudad de Anor Londo y recuperar la Vasija del Señor de Gwynevere, la hija del Señor Gwyn. Con el fin de completar la misión, el jugador tendrá que atravesar la Fortaleza de Sen, un antiguo campo de pruebas construido por los dioses. Después de pasar por la fortaleza y sus muchas trampas peligrosas, el jugador batallará contra el Golem de hierro, y con su derrota gana la entrada hacia la ciudad abandonada.
Una vez en Anor Londo, el jugador hace su camino a través de la catedral de Anor Londo, en donde se enfrenta a Ornstein el Asesino de dragones, uno de los Cuatro Caballeros de Gwyn, y Smough el Verdugo. El No muerto elegido triunfa sobre los guardianes y obtiene acceso a la cámara de Gwynevere, en donde es recibido por la princesa y galardonado con la Vasija del Señor. Cuando Frampt ve que el jugador ha completado su misión, declara que la profecía fue puesta en marcha y que el personaje es de hecho la encarnación del No muerto elegido.
Caminos alternativos
El No muerto elegido colocando la Vasija del Señor en el Altar del Enlace de Fuego
El jugador tiene la opción de poner la Vasija del Señor en el Altar del Enlace de Fuego y proceder a lo largo de los planes de Frampt. En este caso, Frampt informa de que el No muerto elegido es el héroe destinado a suceder al Señor Gwyn y extender la Edad de Fuego, continuando con la maldición de los no muertos. El jugador también tiene la opción de colocar la Vasija del Señor a través de otra serpiente primordial llamada Kaathe el Asediador, un agente de los Espectros Oscuros. Siguiendo este camino tendrá éxito en la eliminación de los antiguos dioses, y marcará el comienzo de la Edad Oscura.
Almas de los Señores
Para obtener acceso a la prisión del Señor Gwyn, el No muerto elegido debe saciar la Vasija del Señor. Hay varios seres que poseen almas lo suficientemente poderosas como para hacerlo: Nito el Rey del Cementerio, la bruja de Izalith, Seath el Descamado y los Cuatro reyes de Nuevo Londo.
Uno de los Cuatro reyes drenando la Humanidad del No muerto elegido
Con el fin de derrotar a los Cuatro reyes, el No muerto elegido necesita adquirir el Pacto de Artorias, un anillo poseído por Sif el Gran lobo gris. El anillo le permite a uno atravesar el vacío oscuro llamado El Abismo. Al llegar a las ruinas de Nuevo Londo, el No muerto elegido, con la ayuda de Ingward, drena la ciudad inundada, ganando paso hacia los Espectros Oscuros y sus amos. Si el jugador aún no ha colocado la Vasija del Señor antes de derrotar a los Cuatro reyes, Kaathe el Asediador aparecerá en el Abismo.
En Los Archivos del duque el No muerto elegido se enfrenta a Seath el Descamado, un dragón albino que traicionó a los dragones antiguos y ganó la confianza del Señor Gwyn. Durante su primer encuentro, el No muerto elegido no puede causar ningún daño a Seath y es capturado. Seath aprisiona al No muerto elegido dentro de su torre-prisión en donde el jugador no puede teletransportarse. A pesar de los inconvenientes, el No muerto elegido logra escapar.
Encontrando el Cristal Primordial
Más tarde, el No muerto elegido aprende de Sombrero Grande Logan que Seath es inmortal debido a un antiguo artefacto conocido como el Cristal Primordial, una antigua reliquia que Seath robó de los dragones antiguos. El No muerto elegido sale luego hacia la Cueva de cristal, en donde encuentra el artefacto, y lo rompe. Esto anula la inmortalidad de Seath, permitiendo al No muerto elegido matarlo al fin.
El No muerto elegido también viaja a Las catacumbas, en donde derrota al Molinete y adquiere el Rito del Avivado. Luego desciende hacia la Tumba de los gigantes, en la que el carroñero Parches engaña al jugador y lo tira por un precipicio. El No muerto elegido sobrevive y rescata a Reah de Thorolund, una doncella que se aventuró en el dominio de Nito en busca del Rito del Avivado. Por último, el elegido avanza hacia la parte más profunda de la zona: la tumba de Nito el Rey del Cementerio. Allí, acaba con el ser que administra la muerte.
Por último, el No muerto elegido avanza hacia una de las zonas más profundas de Lordran: Izalith perdida. Si el jugador habla con Quelana en Ciudad Infestada descubrirá que su madre trató de usar su poder para replicar la Primera Llama, pero falló y fue engullida por la llama. Esto mató a algunas de sus hijas en el proceso y convirtió a otras en criaturas deformes, y sólo Quelana y una Hija del Caos mantienen la totalidad de sus formas humanas. Dentro de la ciudad, el No muerto elegido confronta al Lecho del Caos, la fuente de todos los demonios que vagan en Lordran, y lo supera.
Epílogo
Después de ofrecer las Almas de los Señores necesarias, las puertas del Horno de la Llama original se abren para el No muerto elegido. Gwyn, ahora reducido a un Señor de la Ceniza, respira su último aliento en el enfrentamiento final contra el No muerto elegido. Es aquí en donde el No muerto elegido puede tomar su decisión de enlazar la llama o alejarse de ella. En función de la decisión que se tome, uno de los dos posibles finales se desbloqueará. Si el jugador se ha alineado con Kaathe o Frampt no afectará al final del juego.
- Enlazar la Llama: Este final se desbloquea si el jugador enlaza la Primera Llama. El No muerto elegido es consumido por las llamas, convirtiéndose en Señor de la Ceniza y la Edad de Fuego se extiende.
- Señor Oscuro: Este final se desbloquea si el jugador se aleja de la arena sin encender la hoguera. Tras abandonar el lugar, el No muerto elegido es recibido por todas las serpientes primordiales, inclinándose ante su nuevo Señor Oscuro. Al rechazar la Edad de Fuego, el No muerto elegido da comienzo a la Edad Oscura, y se convierte en el gobernante de un mundo moribundo.
Artorias of the Abyss
En el DLC Artorias of the Abyss el No muerto elegido viaja en el tiempo hacia la antigua tierra de Oolacile, donde descubre la verdad sobre la muerte del Caballero Artorias y la caída de Oolacile. La búsqueda que se presenta en este DLC es completamente opcional y por lo tanto, no se requiere para completar el juego.
Después de ser arrastrado hacia atrás en el tiempo, el No muerto elegido se despierta dentro de una cueva debajo de unos árboles. En el exterior, se enfrenta al Guardián del Santuario. Después de matar a la bestia, el elegido se encuentra en una especie de jardín del templo, en donde se encuentra con una seta gigante llamada Elizabeth, quien informa al jugador de que el reino de Oolacile está siendo consumido por la oscuridad del Abismo. Ella también le dice al jugador que la Princesa Anochecer ha sido secuestrada por una criatura del Abismo y que Caballero Artorias se ha aventurado en Oolacile para poner fin a la propagación. Sin embargo, asegura al jugador que Artorias ha sido consumido por la oscuridad.
Enfrentando a Caballero Artorias
El No muerto elegido luego se dirige hacia el Municipio de Oolacile en busca de Artorias y la oscuridad. En su camino a Oolacile, el jugador se encuentra con Kalameet, el Dragón Negro, un jefe opcional que puede ser combatido más adelante en el DLC. Las palabras de Elizabeth han demostrado ser ciertas cuando, al entrar en el Coliseo, el jugador es atacado por un corrompido Artorias. El No muerto elegido no tiene otra opción que terminar con él ya que es incapaz de volver en sí. Después de matar a Artorias, el elegido puede o bien dar su alma a Ciaran, Espada del Señor para que pueda completar un entierro apropiado o mantenerla para su propio uso.
Durante su misión en Oolacile el No muerto elegido también conoce a Chester, un comerciante algo siniestro que, como el jugador, fue arrastrado hacia el pasado. Él revela al No muerto elegido que la propagación de la oscuridad se produjo cuando los habitantes de Oolacile abrieron la tumba del hombre primigenio debido a la influencia de una "serpiente con dientes". El No muerto elegido entonces pasa a través del Municipio de Oolacile en busca de la fuente de la oscuridad.
El Elegido frente a Manus, Padre del Abismo
Por último, el No muerto elegido llega a la Sima del Abismo, en donde una ilusión de Alvina guía al jugador a una pared ilusoria. En el interior, el No muerto elegido descubre a un Sif herido, protegido por una barrera mágica creada por Artorias, con el fin de evitar que Sif sea engullido. Poco después de rescatar a Sif el jugador se enfrenta a Manus, Padre del Abismo, quien es el responsable de la propagación de la oscuridad. Manus es derrotado, y la Princesa Anochecer es salvada. A su regreso al Santuario de Oolacile, es recibido por Elizabeth, quien le dice al elegido que hará saber a todos que Artorias fue el que venció a Manus, de manera que pueda prevalecer su honor. Sin embargo, le asegura que su gran hazaña no será olvidada.
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